L La violencia de género es una violencia que afecta a las mujeres por el mero hecho de serlo. Independientemente del ámbito en que se produzca, constituye un atentado contra la integridad, dignidad y libertad d las mujeres.
Ante un delito de violencia física o psíquica, o bien se siente amenazada o coaccionada, sufre de maltratos y golpes, vejaciones entre otras situaciones, no dude denunciar y solicitar protección.
Sea cual sea la forma en la que se manifieste el maltrato contacte con nuestro despacho de abogados penalistas en Zaragoza, “AGY Abogados”, donde atenderemos su consulta de manera inmediata. Escucharemos con total atención y analizaremos minuciosamente su asunto, para poder ofrecerle la mejor defensa posible en busca de la mejor solución.
Contacte con nuestro bufete “AGY Abogados” en Zaragoza cuando lo necesite y por cualquier medio.
Según la Ley Orgánica 1/2004, se considera violencia de género a todo acto violento o de agresión que los hombres ejercen contra las mujeres, por parte de quienes sean o hayan sido sus cónyuges (parejas o ex-parejas) o bien estén o hayan estado unidos a ellas mediante una relación similar a la afectividad, ya convivan o no en el momento de producirse los hechos, y tanto si ocurren en la vida personal y familiar o ámbito público.
La violencia no es un acto innato sino que es una estrategia de relación aprendida, ya que de lo contrario toda persona sería violenta y ejercería violencia de la misma manera.
Las consecuencias que genera la violencia de género son realmente destructoras y las consecuencias y secuelas para quienes logran sobrevivir pueden llegar a permanecer durante toda la vida llegando incluso a provocar la muerte de una persona.
Ningún hecho de violencia de género debe de ser silenciado, por lo que desde “AGY Abogados” Zaragoza, aconsejamos denunciar dichos actos lo antes posible, para de este modo poder garantizar mayor y pronta protección a las víctimas.
Hasta no hace mucho la violencia de género formaba parte de la vida personal de las parejas considerándose como un tema de familia privado que era mejor que no transcendiese de puertas para fuera y así de este modo nadie se enterase y por lo tanto no pudiese intervenir.
La violencia de género, presente en todos los países del mundo, no entiende de lugares, situación económica, ni cultura.
Independientemente de cual sea la forma en que se manifieste el maltrato, el agresor siempre busca un mismo objetivo: deteriorar la propia autoestima de la mujer con fin de incrementar su grado de poder y control sobre ella.
Entre las diferentes formas de violencia contra las mujeres encontramos:
La violencia física recoge todo acto de fuerza realizado contra el cuerpo de la mujer, con resultado o riesgo de ocasionar lesión físico o daño: golpes, zarandeos, palizas, quemaduras, tirones de cabello, empujones, lanzamiento de objetos, uso de armas, tentativas de estrangulamiento, intentos de asesinato, intentos de provocar abortos...
El maltrato físico es el más evidente y fácil de demostrar; aun así, no se precisa que se requiera de atención médica o se tenga consecuencias perceptibles en el cuerpo, puesto que es muy probable este tipo de violencia empiece con un simple golpe o bofetada.
La violencia psicológica o maltrato psíquico es el más difícil de detectar. Incluye toda conducta, verbal o no verbal, que en la mujer produzca desvalorización, desprecio o sufrimiento: insultos, menosprecio, intimidación o amenazas, abuso de la autoridad, falta de respeto, humillaciones, control de la vida, exige obediencia, culpabilizar a la mujer de todo lo que sucede en la vivienda, mostrar celos, etc.
La persistencia en el tiempo de este tipo de violencia psicológica llega a deteriorar gravemente la estabilidad emocional, destruyendo la autoestima y la personalidad de la mujer.
En la violencia sexual y abusos sexuales queda incluido todo acto de naturaleza sexual no consentido por la mujer y forzado por parte del agresor, con independencia de que éste guarde o no relación conyugal, de pareja, afectiva o de parentesco con la víctima.
Entre los actos de violencia sexual destacamos: imposición de relaciones mediante la fuerza o intimidación, relaciones sexuales no consentidas, abuso sexual.
El acoso sexual abarca todos aquellos actos que tratan de la solicitud de favores de naturaleza sexual, para uno mismo o para una tercera persona, en las que la persona activa se encuentre en situación de superioridad laboral, docente o análoga, que hace que la víctima se sienta ofendida y/o intimidada.
El tráfico de mujeres y niñas incluye la captación, transporte, traslado, acogida y recepción de personas, especialmente niñas y mujeres, mediante la amenaza, uso de la fuerza, rapto, coacción, engaño, abuso de poder entre otros, con fines de explotación.
Independientemente de la relación existente entre la víctima con el agresor y el medio empleado, en dicha explotación queda incluida la prostitución u otras formas de explotación sexual, servicios forzados, esclavitud.
La violencia económica incluye la privación intencionada y no justificada legalmente, de aquellos recursos necesarios para el bienestar físico o psicológico de la mujer e hijas/os o, la discriminación en la disposición de los recursos compartidos en el ámbito de la convivencia de pareja.
En muchas ocasiones, cuando se trata de episodios de violencia repetitivos y considerando que la situación no va a cambiar, la mujer empieza a adoptar una actitud pasiva por miedo tratando de evitar que se produzca una nueva agresión, incluso mayor, hacia ella o hacia sus seres queridos. Esto es lo que denomina el "síndrome de la mujer maltratada".
Una vez producidos los hechos se aconseja denunciar lo antes posible. Para ello se recomienda aportar todas pruebas de las que se dispongan (partes médicos, psicológicos, testigos,…).
La atención prestada por parte de los agentes policiales será totalmente personalizada, respetuosa y preferente. Se deberán de tomar las medidas oportunas que garanticen dignidad, integridad física y moral de la víctima, brindándole la asistencia médica y psicológica que precise.
En todo momento deberá de protegerse la intimidad, dignidad, divulgación de datos personales e imágenes de la victima.
Si precisa de acompañamiento y asesoramiento profesional para solicitar protección, contacte con nuestro bufete “AGY Abogados” en Zaragoza, donde pondremos a su disposición un equipo de abogados penalistas con amplia experiencia en asuntos de violencia de género y maltratos, logrando el mejor resultado posible.
En “AGY Abogados” Zaragoza ayudamos a las víctimas en los peores momentos de su vida. ¡Llámenos!
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